VIAJANDO CON… ¡IBIS! – BIENVENIDOS A LA HABANA, CUBA
16 de agosto del 2019 a 18 de septiembre. Mi último viaje a Cuba, pero no la última vez que iré.
Cuba es un país lleno de encanto y disfrute, y no por ser nativa de esa pequeña islita, sino porque es un hecho, ¡tienes que ir a comprobarlo!
Cuba para mi es un rincón de relajación, es mi rincón. Es increíble como una ciudad tan pequeña como lo es La Habana me hace despejar y desconectar de todo lo que me rodea.
Cada vez que visitó Cuba, intentó visitar los mismos lugares, porque nunca me canso de ellos. Aunque eso no quiere decir que no hayan otros sitios de Cuba que no visite, pero la mayoría de las veces que estoy en mi Cuba, realizo la misma ruta.
El 16 de agosto de 2019, emprendí mi vuelo con destino La Habana. Siempre paso nervios el día antes y el día del viaje, supongo que es por las ansias de querer llegar al destino, pero son nervios bonitos, nervios de alegría.
Ese 16 de agosto a las 7:00 am empezaba mi viaje. Tenía dos vuelos por coger, ya que para viajar a La Habana se necesita hacer una escala como mínimo siempre, pero yo encantada, amo los aviones y los aeropuertos.
Exactamente a las 12:15 am salía mi primer vuelo, con origen Barcelona y destino Madrid; donde Madrid era la ciudad de mi vuelo de escala, una escala de 55 minutos.
¡Los nervios aumentaban cada vez más!
Eran las 14:30, hora de despegar con destino La Habana, un viaje de 9 horas de duración, mucho tiempo de vuelo, pero con unas películas y música se arregla todo.
¡Llegamos a La Habana! que emoción y qué ganas tenía de llegar.
Normalmente los primeros días de estancia los dedico a la familia, así que fue lo hice; la primera semana fueron quedadas familiares en nuestro hogar. Después de esta semana empecé con mis visitas obligatorias.
Les presento a La Habana ciudad, es un lugar encantador llena de diversos museos para visitar; los que yo visité fueron: Museo de chocolate, Museo de la Revolución y la plaza del Museo del Convento de San Francisco de Asís, estos son los museos que más adoro, pero La habana está llena de muchos más museos para visitar.
De ahí, específicamente desde la plaza del Museo del Convento de San Francisco de Asís empecé mi paseo por el famoso ‘Malecón de La Habana’, un paseo con la brisa del mar de compañía, increíble.
Pero para finalizar el paseo con broche de oro, visité una de las heladerías más famosas de La habana, llamada ‘Coppelia’.
En las noches seguí la tradición costumbre de un país tan familiar como es Cuba, y es que nos reunimos las amistades en el parque más cercano de casa para conversar o jugar juegos de mesa, como son el dominó.
Aunque alguna noche que otra visité el gran espectáculo ‘El cañonazo’ que se realiza cada día a las 21:00 en el monumento histórico llamado ‘Morro Cabaña’. Es un espectáculo increíble que rinde homenaje a cuando Cuba era colonia de España, el cual consiste en que primero se realiza una marcha al estilo colonia española, uniformados como en los siglos XVIII, se explica brevemente la historia de ‘el cañonazo’ acompañada de tambores con toque marcial, y una vez acabada se lanza un cañón desde la parte superior de monumento.
Esta es una de las principales tradiciones cubanas.
Continuamos los días de desconexión en La Habana visitando el puente de Bacunayagua, es un puente magnífico con una vistas incomparables, todo cubierto de color verde. Además de ser el puente más alto de Cuba.
También visité la famosa ‘Bodeguita del medio’ que se encuentra en el corazón de La Habana, es un lugar encantador, donde se puede comer o cenar y tomar algo acompañado de música cubana en directo.
Lo mejor de cada viaje que haga hacia La Habana, es la amabilidad gentileza de la población residente, te hacen sentir como en casa, y eso es un gusto.
¡Viaja por Cuba, vive la experiencia que viví yo, la cual repetiría cada año sin pensarlo.!
Ibis Leydis Rosell – Dpto. Comunicación