¡Tan solo necesitas 3 días para enamorarte de esta ciudad!

Primero de todo, te aconsejamos poner el despertador bien temprano para aprovechar al máximo estos tres días, pero eso sí toma un buen café!! 

Podemos empezar por el centro, concretamente por Paseo de Gracia, donde puedes aprovechar para hacer shopping, aunque si eres más de probar nuevos sabores baja hasta el Mercado de la Boquería, pasando por Plaza de Catalunya en la misma dirección. Aprovechando que ya tenemos la barriga llena, podemos hacer un poco de cultura por el Barrio Gótico que se encuentra muy cerca, donde destaca la Plaza Real, o el Palau de la Generalitat. Sí todavía te quedaste con ganas de ver más arquitectura, aprovecha para pasear por las calles del Born.

Termina este recorrido con un paseo cerca del mar al atardecer, tomando una copa y mirando al horizonte mientras se pone el sol. O si lo prefieres, y aún te quedan fuerzas, puedes ponerte ropa deportiva y aprovechar para correr un poquito por la zona, ya verás que es ideal para ello.

Puedes dedicar el segundo día a visitar los grandes monumentos de Antoni Gaudí. El día iniciará en L’Eixample, en el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, patrimonio mundial de la UNESCO en la ciudad, como no olvidarnos de la Sagrada Familia, el edificio más emblemático de la ciudad, Un poco más de arte y cultura como la Casa Batlló, La Pedrera o el Parque Güell. La mejor forma de terminar el día es el Barrio de Gracia, lleno de bares, restaurantes ideales para relajarse en la noche de tu segundo día por la ciudad. Es hora de degustar el “pá amb tomaquet”, ¿no crees?

Este último día lo dejamos más tranquilo y te proponemos disfrutar de un paseo por Montjuic, zonas verdes y parques tranquilos cerca de obras maestras modernistas. Visita Poble Espanyol o la fundación Joan Miró, uno de los artistas más influyentes de Cataluña. Termina tu escapada en Barcelona en las alturas de  Plaza España, concretamente en el Centro Comercial “Las Arenas”, o visita el Museo Nacional de Arte de Cataluña y descansa, relájate con una buena copa de vino y unas croquetas ¡Te lo has ganado!